Vicerrectoría de Postgrado prioriza aumentar programas acreditados y becas para doctorados

El primer Vicerrector de la nueva Vicerrectoría de Postgrado de nuestra Universidad, Dr. Cristián Parker Gumucio, sostiene que uno de los objetivos más relevantes de la Unidad será potenciar la excelencia académica de los programas de estudio. En tal sentido, advierte que más que “multiplicar indiscriminadamente” la oferta de nuevos postgrados, se trata de ser selectivos y apostar por aquellos ámbitos estratégicos que son demandados por el país.

 

El pasado viernes 5 de enero, el Rector de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, informó a través de un comunicado la creación de la Vicerrectoría de Postgrado. Junto con ello, la máxima autoridad del plantel reveló que la persona a cargo de esta unidad académica sería el Dr. Cristián Parker Gumucio.



El sociólogo de la Universidad Católica y doctor en sociología de la Universidad Católica de Lovaina se ha desempeñado como profesor titular de la Universidad de Santiago desde el año 2000, llegando a ser Vicerrector de Investigación y Desarrollo del plantel en 2002. Considerado como un referente en sociología de la religión, el académico e investigador ha participado en diferentes postgrados del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Facultad de Humanidades, donde fue director desde 2005 hasta 2010.



“Se venía hablando desde hace tiempo respecto a la necesidad de estructurar una unidad superior en materia de postgrados. Todo esto cuajó en el proyecto ‘Fortalecimiento del Postgrado en la Universidad de Santiago’, que se desarrolló bajo la conducción del Rector”, afirma el Dr. Parker en entrevista con UdeSantiago Al Día. “El Rector tiene absoluta claridad de que el postgrado tiene que contribuir a una mejor acreditación institucional de la Universidad y que tenemos que mejorar la calidad en la formación de capital humano avanzado, de primera línea. No puedo estar más de acuerdo con esa perspectiva”, enfatizó.



-¿Cómo recibió la noticia?



-Fue bastante inesperado. Yo no tenía contemplado para este año ninguna ocupación de estas características, sino continuar con mi trabajo como investigador, y el Rector me llama a principios de enero para decirme que ha considerado que dado que se ha aprobado esta nueva Vicerrectoría, él quisiera nombrarme a mí. Para mí, por cierto, fue un gran honor, pero al mismo tiempo sopesé la gran responsabilidad que asumiría. Le pedí pensarlo, pero no me dio mucho tiempo (sonríe), solo unas horas. Este trabajo lo percibo como un servicio hacia la universidad, porque uno entiende que como académico también tiene que cumplir estas labores para contribuir al desarrollo del plantel. Por eso acepté, pues considero que el postgrado es algo fundamental para la proyección y desarrollo de la universidad.



-¿Por qué cree que se decide crear una Vicerrectoría de Postgrado?



Tiene que ver con las potencialidades de esta universidad y responde a una fase de crecimiento del plantel. Es así como nuestra casa de estudios se va dotando de organismos que sean coherentes con ese crecimiento. Todo crecimiento presenta desafíos, y mientras más postgrados tenemos, mayor exigencia y demanda, por lo que debemos adecuarnos. Esta vicerrectoría es parte de esa adecuación, en función de su proyección como universidad competitiva a nivel nacional e internacional.



-¿Cuáles son las oportunidades que presenta nuestra casa de estudios en materia de postgrado?



-Hay varias áreas en las que somos fuertes, como alimentos, biotecnología, microbiología y en ciencias de la ingeniería hay varios doctorados, con varias menciones. También en el área tecnológica, de las humanidades y ciencias sociales, donde tenemos el doctorado en estudios americanos. En física, hay una serie de áreas donde esta universidad tiene trayectoria y es reconocida. Los equipos tienen alta productividad científica y la formación de nuestros alumnos es de primera calidad.



Pero también hay otras áreas donde tenemos mucha potencialidad, como en la administración, gestión e ingeniería industrial. Además, creo que esta universidad puede dar mucho más en el área de la educación, donde debiésemos tener programas de postgrado de primera línea. Otra área donde tenemos gran potencialidad es la sustentabilidad: existen varios magísteres sobre medio ambiente, pero no programas de doctorado que se desarrollen en esta área. Debemos aprovechar el significativo trabajo que se realiza en este ámbito en nuestra Universidad, desde distintas perspectivas, como química del ambiente, física y ciencias sociales, que apuntan a la sustentabilidad.



-¿En qué se encuentran trabajando actualmente?



-La labor a la que ahora estamos abocados es a un ordenamiento del postgrado, es decir, ver lo que tenemos, aquello que está un poco rezagado, ponerlo al día, y seguir apoyando aquello que está bien y que está dando muy buenos resultados.

Estamos manejando un plazo de finalización del proceso de ordenamiento, que es el año 2020. Es decir, en 2020 debemos tener el máximo número de postgrados acreditados, entre un 70 y 80%. Actualmente, tenemos entre un 40% y un 45% acreditado, y tenemos que aumentar el doble de todo lo que son los procesos de acreditación.



-¿Aumentará la oferta de postgrado?



-Por los próximos dos años, tenemos que trabajar priorizando lo que tenemos, mejorándolo. Las unidades académicas, muchos departamentos y algunas facultades tienen proyectos nuevos de postgrado, lo cual me parece fundamental. Sin embargo, esos proyectos nuevos tendrán que ser evaluados rigurosamente, para que sean de primera calidad, acreditables. No estamos en una política de multiplicación indiscriminada de los postgrados, sino en una política selectiva de lanzar nuevos en la medida que sean excelentes y que tengan acreditación, mejorando lo que ya tenemos.



-¿Aumentarán las becas para realizar postgrado?



-Una línea de trabajo que manejamos es el apoyo a los estudiantes a través de un sistema de becas que estamos mejorando. Ya estamos en un plan de mejoramiento muy sustancial de este sistema. Muchas veces, los alumnos de postgrado académico no pueden estudiar sin ayuda económica, pero a nivel de beca doctoral nosotros estamos incrementando. Ya hemos subido un 40% el monto anual de esta, de $3 a $6 millones. En 2014, no teníamos más de 30 becas doctorales, pero este 2018 vamos a tener cerca de 70 y en los próximos dos años tendremos 100, especialmente para alumnos de doctorado.



-En cuanto a alianzas y convenios con universidades extranjeras, ¿cuáles son los planes?



-Queremos establecer un plan de priorización de trabajo con unidades que tengan ya vinculación y redes internacionales. Es decir, fortalecer aquello que existe, darle mayor operatividad y, por otro lado, extender redes e interacciones interinstitucionales y académicas en general, pero en ciertos países con los cuales quisiéramos trabajar de manera más estrecha. Se ha pensado Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y el sur de Brasil. Es decir, extender el área de influencia de la Universidad de Santiago en medios académicos de esos países, y robustecer nuestros postgrados, atrayendo estudiantes, y poder desarrollar mucho más vínculos, investigación conjunta y actividades de movilidad.



-Finalmente, ¿qué mensaje considera importante entregar a la comunidad en su calidad de primer Vicerrector de Postgrado de la Universidad de Santiago?



-La Universidad de Santiago de Chile está en un periodo de crecimiento y proyección. El postgrado es una punta de lanza de ese crecimiento y proyección, no porque sea lo máximo, sino porque complementa de manera significativa el conjunto de otras esferas de acción de la universidad, por lo que yo hago un llamado a todos los académicos, a reconocer esta importancia que tiene el postgrado y no solo aquellos que están comprometidos con estos programas, sino con todos los académicos y, por cierto, toda la comunidad universitaria: estudiantes, funcionarios, todos. El postgrado merece ser reconocido como una de las actividades fundamentales de la universidad. Si no es así, esta Casa de Estudios se quedará como una universidad de pregrado, y una universidad de pregrado por muy importante y relevante que sea en el contexto de la formación de profesionales, no podrá aspirar a ser una de las primeras universidades del país.

Autor: 
Cristóbal Miranda Ríos
Fotografía: 
Marco Avilés