Los pro y contra del Plan “Chile Seguro”: Experto asegura que victimización en Chile ha descendido progresivamente

Plan de Seguridad Pública de la administración Piñera busca reducir niveles de delincuencia en cuatro años. El académico de la Usach, Mauricio Olavarría, cuyas investigaciones fueron citadas en el informe presentado por el gobierno, señala que la estrategia dada a conocer es consistente y audaz en relación a las metas propuestas.
 
Desde el año 2005 la mayor preocupación de la población gira en torno a la seguridad, y para resolver este tema el gobierno ya puso manos a la obra. Bajo el nombre de "Chile Seguro", se lanzó el Plan de Seguridad Pública 2010-2014, para el cual se contempla una inversión de 6.400 millones de pesos, los cuales se destinarán a programas y a la creación de fiscalías para combatir la delincuencia.
 
Según las metas que se plantearon, el Gobierno buscará impedir que 188 mil hogares sean víctimas de delitos -lo que equivale al 15%- además de evitar que se produzcan 320 mil ilícitos -correspondientes al 25%- en los espacios públicos a fines del año 2013.
 
Si bien la inversión destinada a aprehensión, procesamiento y condena es menor en Chile con respecto a otros países de la región como Brasil, donde sólo el año 2008 se destinó un 13,5% del PIB a esta materia, esta cifra no deja de ser significativa.
 
El 2,3% del PIB entregado para materia de Seguridad Pública es importante, considerando que los dineros destinados a esta área son mayores que los proporcionados para materias que involucran, por ejemplo, Investigación y Desarrollo, donde el país aspira en 2010 incrementarlo a un 2% del PIB, mientras en años anteriores estaba en el orden del 1%.
 
El Plan "Chile Seguro" contempla como lineamientos fundamentales un Centro de Análisis del Delito, el Programa Barrio en Paz y el Fondo Nacional de Seguridad, para responder así a una estrategia integral dirigida a prevenir, proteger, sancionar, apoyar y rehabilitar.
 
Para el académico e investigador de la Usach, Mauricio Olavarría -cuyas investigaciones fueron consideradas dentro del plan presentado por el gobierno- la propuesta antidelincuencia es consistente, ya que se basa en evidencia empírica recogida durante los últimos años, y audaz, "por las metas que se proponen y se publican".
 
No obstante, Olavarría considera que la estadística presentada debe ser tratada con mucho cuidado, ya que las comparaciones de datos nacionales e internacionales que se hacen, podrían no haber considerado las diferentes metodologías utilizadas para cada caso.
 
"Se muestra que en Chile hay una serie de delitos que estarían entre los más altos de América Latina y de la región y eso no es consistente con los datos que yo mismo he recogido, comparando la Encuesta Internacional de Victimización Criminal (ICVS) y las encuestas nacionales", explica.
 
Según Olavarría, lo que hace la Encuesta Internacional de Victimización Criminal es expresar delitos a nivel individual, sin embargo, los reportes que se hacen en Chile son a partir de la victimización del hogar, por lo que ante la pregunta "¿Ha sido usted o alguien de su familia victima de algún delito?", siempre las cifras van a ser altas. "Si la pregunta en las encuestas chilenas fuera ‘¿Ha sido usted víctima de los siguientes delitos durante los últimos 12 meses?', ahí la pregunta sería bastante clara para responder sí o no", detalla.
 
Para el académico -autor de investigaciones como "Costos Económicos del delito en Chile", "El Crimen en Chile: una mirada desde las víctimas" y "Estudio nacional sobre costos humanos, sociales y económicos de las drogas en Chile"- es importante destacar que el Gobierno expresa en el documento que reconoce que el tema de la victimización en Chile no es alta y que está en rangos comparativos internacionales bajos, puesto que la victimización ha venido cayendo sistemáticamente desde 2003 (ver recuadro 1). "Chile presenta menores tasas de victimización individual en comparación con países subdesarrollados pero mayores que en países desarrollados", enfatiza.
 
En otra línea, el académico destaca el hecho de que a nivel nacional, no exista un problema generalizado de violencia grave, como secuestros u homicidios, pero sí delitos contra la propiedad privada. "En Chile los delitos más recurrentes son robo desde el vehículo, robos con fuerza en las casas, hurto, robos por alcance o "cogoteo", en síntesis, delitos de poca monta", aclara.
 
Finalmente, el investigador Mauricio Olavarría, reconoce la importancia de la información relacionada con delitos en Chile que se comenzó a recoger a partir del año 2.000, ya que ha permitido la elaboración de políticas y estrategias para enfrentar la realidad delictiva.
 
"Es posible presentar este plan gracias a la acumulación de conocimientos que se ha ido tomando a partir del año 2.000. Años atrás no teníamos Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ni sistemas estadísticos, ni sistemas geo-referenciales del delito. Ahora disponemos de un cúmulo de investigaciones chilenas disponibles que permiten aplicar diseño de políticas públicas", comenta.