Experto Usach advierte Mapocho navegable: “las desventajas son muy superiores”

La ribera del río Mapocho utilizada por la ciudadanía ha sido un sueño de muchos chilenos a lo largo de la historia. Ahora un proyecto que el ex candidato y actual presidente propone a través de la Fundación Futuro, enciende la chispa de la discusión. ¿Ventajas y desventajas? El Mapocho navegable es analizado por el académico e investigador de la Escuela de Arquitectura de la Usach, Jonás Figueroa.
 
El Mapocho es el río más importante de Santiago, que cruza la ciudad de cabo a cabo. Es, también, tristemente conocido por la importante carga de contaminación que traslada, debido a que en él se descargan aguas servidas. Un proyecto que promocionaba el otrora candidato y actual presidente Sebastián Piñera, a través de Fundación Futuro, intenta sanear las aguas del cauce y además, hacerlas navegables. ¿El problema? Variadas voces se han levantado desde la opinión pública para cuestionar la factibilidad del proyecto.
 
El académico e investigador Jonás Figueroa, arquitecto y urbanista de la Usach considera que el proyecto posee más desventajas que ventajas. Así, para el experto las ventajas no serían técnicas, sino más bien sociales, ya que se transformaría al río en un evento urbano. Un asunto llamativo y nada más. En cambio para referirse a las desventajas el académico se extiende.
 
El tema de la privatización de las riberas del río es negativo para el académico, ya que "significa (privatizar) un patrimonio público, en este caso natural, como es el río Mapocho. Habría que ponerle rejas y torniquetes para que la gente mediante un pago entre y salga." Una segunda desventaja consignada por el experto estaría relacionada a los aspectos técnicos. El río Mapocho arrastra mucho material, entre lo que se cuenta arena, limo, rocas y piedras, esto implicaría constantes intervenciones en las lagunas para sacar los bancos de arena y piedras que podrían acumularse con mucha rapidez.
 
"El mapocho a lo largo de la historia ha formado, con sus traídas frecuentes de aludes y de agua, el valle de Santiago. Eso lo va a seguir haciendo aunque el hombre coloque un colador en alguna parte de su curso superior", afirma Jonás Figueroa. Asimismo, consigna que inevitablemente se va alterar el río curso abajo, en la zona de Talagante, Melipilla. De esa modificación ambiental se desconocen los efectos, por lo que el río probablemente deje de ser el elemento que traslade material.
 
"Alteraría las actividades económicas de un sector importante de la población, que en áreas urbanas no nos imaginamos, pero que en áreas rurales si que es importante. Los que trabajan en los yacimientos de arena y de piedra, por decir lo mínimo", advierte el académico.
 
"Lo que hay que hacer con el río Mapocho es devolverle su condición natural (...) significa pensar que el río Mapocho en sus orígenes tenía 300 metros de ancho. Hoy día lo hemos encajonado en un ataúd, por así decirlo (...) de piedra y cemento, hemos transformado, el canal, el curso, el flujo de agua natural en un canal, en un vulgar canal que no tiene ninguna presencia en la ciudad", sostiene Jonás Figueroa, aludiendo a pasos a seguir para hacer del río un factor importante en la ciudad una vez más.
 
De todas maneras, el experto reconoce que el saneamiento de las aguas es un punto positivo del proyecto, de hecho lo clasifica como un logro. También explica que a partir de ese logro es necesario devolver al río su condición natural, para así transformarlo en un articulador de áreas verdes, arbustivas y paisajísticas. Finalmente, sostiene que es probable que las cuentas de agua suban, en el caso de implementarse, debido al importante costo que implicaría el Mapocho navegable.
 
Por Rayén Valdebenito O.